22/6/12

Por un instante mi vida soñada.

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo; daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan; dormiría poco, soñaría más, entendería que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz; andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen; escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate; regaría con lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos. Si yo tuviera un trozo de vida no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero; convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos, y viviría enamorado del amor.